Las purgas de la OIDA
Terapia son tan útiles
para
la autoayuda, como
también para las terapias individuales y terapias grupales. El primer paso es que cada participante animadamente llene el cuestionario de la respectiva
purga. Cuando miramos la
evaluación del “purgómetro” (sistema de medición creado para el autoanálisis del nivel de
realidad que tenemos en nuestra
vida), podemos comprender el grado negativo o positivo de influencia a que estamos sujetos por nuestro medio
ambiente.
Si la evaluación es muy baja y llega a ser alarmante,
te recomendamos buscar la compañía de personas que tengan firmeza en la FE con
la cual simpatices o gente cuya conducta te parezca ideal o ejemplar. En caso de
que tu resultado se encuentra entre “saludable-algo infectado”, deberías considerar
el compartir tu FE ayudando a personas que se encuentran en un estado de desánimo,
informándoles sobre las contribuciones de la OIDA Terapia.
El test, el estudio y trabajo en la oración, meditar,
cumplir el ejercicio, la ofrenda, el sacrificio y la purga final, son un panorama
del impacto de la purga. Ella tiene el propósito de fortalecernos, de aclarar nuestras
dudas y de alejarnos del egoísmo que enferma. Cuando fortalecemos nuestra determinación
surge un entusiasmo especialmente para alcanzar la superación.
Se recomienda repetir la purga, para comparar los
resultados y las opiniones que surgen dentro de uno, ya que los ejercicios y los
sacrificios tienen la tendencia a cambiar nuestra disposición.
Las purgas nacen de un fuerte compromiso con el sentido
común y con la intuición que se reciben de la voz interna, ya que estas pueden llevarnos
a profundizar en el sendero místico que nos inspire, en el caso que lo tengamos,
o estudiar la OIDA Terapia en sus diversas opciones de variantes místicas.
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